Siempre hay una historia.
Rosendo Mercado.
Y aunque tenga un interés relativo, quería contarla. Es la historia de un libro. Pero está formada de varios fragmentos que al final se unen.
El azar
Fascinación. Es lo que siento sobre el hecho de contar historias usando el azar. Tres buenos ejemplos:
- Un compositor de canciones melódicas, publicado en la revista de humor El Jueves especial música de hace algunos años, creado por Albert Monteys y/o Manel Fontdevilla: era tabla de tres columnas con versos, y al mezclar un verso de cada columna, salía una estrofa de una canción. Y mucho mejor que muchas que suenan en la radio 🙂
- Presentr (creo que era el nombre) ideado por Luis Villa, que generaba títulos de keynotes con toda la palabrería sin sentido de la época de la web 2.0. Muy gracioso.
- Story cubes: dados con imágenes, que sirven para contar historias. Aunque para los más avispados, puede ser una herramienta muy versátil.
Ejemplos que pueden ser muy inspiradores, como cuento a continuación.
Las aplicaciones web
Mi primera aplicación web se llamaba Cuentos Locos. Varios arrays de cadenas de texto (época, lugar, protagonista, características, acción intrascendente, coprotagonista, características y misión), una programación relativamente sencilla y mucho humor. El fruto es una aplicación que puede generar el inicio de más de un billón (millón de millones) de diferentes cuentos, en muchas ocasiones alocado, con un final abierto. Porque contar los mismos cuentos de siempre puede ser aburrido. Y el comienzo de un cuento nos puede ayudar a estimular la imaginación, buscando un final muy original.
Los Haikus (de verdad)
Elements of Japanese Design (uno de mis dos libros de diseño favoritos, junto con Universal Principles of Design) me ha servido para mejorar mis limitados conocimientos de diseño, y también para conocer algo más de la cultura japonesa. Y de forma inesperada, para comprender un poco más los haikus.
Aunque más allá de lecturas fragmentadas, no he encontrado nada mejor para comprender los haikus que la transcripción de la Conferencia del Dr. Vicente Haya en Sofía, Bulgaria (12 de Noviembre de 2010), un reconocido experto en haikus.
Esquemáticamente, un haiku suele tener las siguientes características:
- Es un tipo de poema de tres versos de 5, 7 y 5 moras (concepto relacionado con las sílabas).
- Es originario de Japón.
- Suele incluir un término o frase que hace referencia a una estación del año, denominado kigo.
- Se produce un corte o separación entre dos imágenes mediante un kireji.
Haikuemas ¿?
Por algunas características (tres versos, referencia a las estaciones, ese corte ó kireji), digamos que es fácil encontrar patrones para generar algo remotamente parecido a haikus mediante programación: nada de un complejo robot de inteligencia artificial, tan solo hablo de crear poemas mediante la mezcla aleatoría de versos.
Aunque lo complicado es escribir esos versos: por las limitaciones de longitud, la coherencia temática y técnica, la lírica, y mi obsesión porque cada verso tuviese tuviese una imagen sugestiva muy superior a la longitud de los versos. Ha sido complejo.
Por respeto a los lectores y autores de haikus, llamé al resultado de este experimento de composición literaria y programación lúdica haikuema (palabra inventada mezcla de haiku y poema): No es un haiku, se inspira en ellos, y aspira a serlo.
El resultado acabó siendo haikuema, una aplicación que muestra una pequeña composición poética relacionada con cada estación del año, con una paleta de colores propia.
Y la historia continúa… en Haikuemas: la aplicación, el ebook, el libro (II)